La cultura o Imperio Persa se conoce como uno de los Imperios más poderosos y extensos del continente asiático. También ha recibido el nombre de Imperio aqueménida y existió desde el año 558 hasta el 331 a. C.
Este imperio ocupo un gran territorio del que hoy se conoce como Irán. La ruta específicamente es desde Irán hacia Irak, todavía goza de gran importancia pues gracias a su desarrollo y poder comercial lograron concretar la construcción de vías que les permitió la comunicación con África.
Características de la cultura persa
- Esta cultura ocupó parte del territorio actual de Irán hasta la zona que forma parte hoy de Arabia, Pakistán, Afganistán, Egipto y otros países cercanos.
- Se conoce como uno de los imperios más extensos y por ello todavía destacan en la historia universal.
- Estuvo bajo el mandato de la dinastía aqueménida conformada por: Ciro II, Cambises II, Darío I, Jerjes, Artajerjes I, Darío III y otros.
- Se implementó la política de tolerancia en los territorios conquistados, respetando la libertad de culto, baja de impuestos, autonomía política, entre otras.
- Su división era en satrapías que se comunicaban a través de puentes y caminos.
- El desarrollo del comercio y rutas comerciales favoreció la extensión del imperio.
- Sus contribuciones más imponentes han sido en el arte y arquitectura.
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Historia del Imperio Persa
Alrededor del año 1400 a. C. la llegada de grupos nómades, que provenían de Rusia, a la meseta de Irán dio origen a dos grupos los medos (norte) y los persas (sur). Inicialmente los persas se encontraban al mando los medos.
En 559 a. C. Ciro II o el Grande comenzó a liderar el grupo de los persas, logrando unir a los dos grupos. Así con la independencia persa logró conquistar el territorio de los medos, este podría decirse que es el inicio del gran Imperio Persa.
Más adelante lograron conquistar Lidia, Jonia y Babilonia. Gracias a la alianza de Babilonia, lograron la conquista de Palestina, Siria y Mesopotamia. Al morir Ciro, su hijo Cambises II tomó el poder en el año 525 a. C.
El imperio persa se logró consolidar durante el mandato del rey Darío I, pues fue cuando se crearon obras de conexión y rutas comerciales entre diferentes ciudades. Pero fue durante gobierno que se inició la conquista de Grecia, hechos conocidos como las guerras médicas, lo cual inicio el declive de dicho Imperio.
A pesar de que los persas lograron invadir por mar y conquistar las islas Cícladas, sufrieron la derrota en la batalla de Maratón (490 a. C.). Al morir Darío I, su hijo Jerjes I tomo el poder y trato de cumplir el deseo de su padre por la conquista de Grecia, pero resultaron ganadores los pueblos helénicos.
Los últimos reyes del imperio fueron Artajerjes (hijo de Jerjes) y Darío III. Ya para el mandato de Darío III Grecia formaba parte del Imperio Romano el cual era controlado por Alejandro Magno, quien logró conquistar el Imperio persa gracias a 3 batallas emblemáticas:
- La batalla del Gránico (334 a. C.)
- Batalla de Issos (333 a. C.)
- La batalla de Gaugamela (331 a. C.) en la que el poder de la civilización persa llegó a su fin.
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Economía de los Persas
Tal y como se ha mencionado la cultura persa logró tejer una gran red comercial, además sus actividades en ganadería y agricultura estaban muy bien desarrolladas gracias a la fertilidad de los terrenos de los valles.
La búsqueda de mejores tierras para sus actividades comerciales fue lo que impulso la mayoría de las guerras y luchas por conquistar territorios más fértiles. Muchas de las victorias fueron gracias a la aceptación de los otros pueblos a su sistema de gobierno y desarrollo.
Esto les permitió construir y mejorar las vías para comercializar sus productos de manera más eficiente y así llegar a muchos tipos de mercados. De ahí surgieron las reconocidas caravanas comerciales y los nuevos tipos de comercios y comerciantes para la época.
Al igual que muchos otros imperios y culturas, la cultura persa tenía como premisa el respeto por la cultura y tradiciones de los pueblos conquistados, por ello en muchas ocasiones logro incluir varias de estas costumbres a las suyas.
Esto sin duda alguna enriqueció al Imperio y permitió el avance en muchos sentidos, permitiéndoles destacar en la construcción de palacios y edificaciones emblemáticas para servir de vivienda a los emperadores y nobles.
Uno de los más famosos ha sido el palacio de Persépolis, el cual se ubicaba la zona este del país y formo parte de la capital del imperio.
Organización y administración Política
Anteriormente se mencionó que gran parte de los pueblos y territorios conquistados veían con buen ojo la llegada de los persas, sobre todo por sus avances en actividades comerciales y la forma de llevar sus actividades.
Su organización política respondía al gobierno del rey o emperador, el cual era un líder absoluto y sus órdenes llegaban a cualquier parte del imperio. El ejército personal del rey se conocía como “los Inmortales” y eran los encargados de su defensa.
Una gran característica del ejercicio político de este imperio, fue su tolerancia con respecto a la división y administración política de los terrenos que habían sido conquistados. Realmente había una gran cantidad de pueblos que se encontraban en anarquía y con la conquista de los persas su funcionamiento mejoraba, por ello aceptaban la llegada de dicho imperio. Un claro ejemplo de esto fue la aceptación de los hebreos en Babilonia y en las ciudades fenicias (Siria).
En cuanto a su organización el territorio del Imperio Persa se dividió en satrapías las cuales fueron instauradas por el rey Darío I y las lideraba un sátrapa, figura que gozaba de autonomía para gestionar el territorio y llevar a cabo los procesos de rendición de impuestos al imperio. Aquí encontrarás cuales son las costumbres de la cultura babilonica, como vivían y sus principales características.
Religión
Con respecto a la religión, los miembros de la cultura persa profesaban el zoroastrismo, que fue una religión develada por el profeta iraní Zoroastro el cual mostraba una gran adoración por el dios supremo: Ahura Mazda. Sin embargo, hay registros de que también adoraban a Mithra o dios del sol (similar al dios Apolo de los griegos).
Asimismo, de la misma forma que respetaban la organización política de los pueblos conquistados, tenían tolerancia religiosa así la cultura religiosa se expandió y pudieron convivir con varias religiones y creencias.
También tenían un ritual importante para la sepultura de sus muertos, destacando que no los enterraban por tener la creencia de que dichos cuerpos en descomposición tenían la capacidad de contaminar la tierra. En cambio, dejaban los cadáveres en una especie de piedra para que pudieran ser devorados por aves carroñeras.
Todas las acciones que se llevaron a cabo dentro de este Imperio significaron un gran avance para la civilización persa, sin embargo, muchas ideas no se lograron concretar debido a la enorme ambición de sus gobernantes por seguir conquistando tierras.